Pues una vez inscrito definitivamente, y si el infortunio no lo impide, ya puedo decir que correré al fin la afamada Transvulcania, el ultramaratón de montaña por excelencia de Canarias. 83.3 kms para recorrer el GR-131 en su integridad, el sendero más espectacular en la isla más hermosa del archipiélago. Tengo un año por delante para prepararme. Lo considero tiempo más que suficiente para afrontar con suficiente garantías tanto la longitud de la carrera como la altitud acumulada de la misma: 8525 metros. A este reto físico y psíquico, planteo sumarle otro, pero éste, intelectual: ¿sería capaz de escribir un relato sobre el antes y el durante de la carrera? Se trataría de tomar apuntes desde ya mismo, modelar el esqueleto del relato y después de consumada la experiencia, escribir, escribir y escribir. Cierto es que a estos retos debo sumar la crianza de mi hijo, mi vida de y en pareja y la definitiva finalización de mi primera novela (necesito dos meses, tan sólo dos meses de escritura sin interrupción). No sé si será posible, pero nunca lo sabré si no lo intento. ¿Cómo afrontar este reto? Pues creo que me bastaré con los ingredientes que receta Murakami para este tipo de desafíos: concentración, talento y sobre todo, disciplina, mucha disciplina.
Por lo pronto, ya subrayo una fecha que será especial, muy especial, en mi calendario: el 10 de mayo de 2014. Ese día, tengo una cita con mi destino.
EL TRASPATIO 